Las propiedades curativas de las aguas de la localidad belga de Spa, en conjunto con un anhelo de reinvención para nutrir cuerpo y espíritu, inspiraron a Gustavo Eguiluz Schroeder a fundar Nova Vida el año 1980. Eligió para ello un acogedor local de calle Mar de Los Sargazos, y emplazó ahí lo que sería el primer spa de Chile. Rápidamente Nova Vida se posicionó como el lugar en Santiago para cultivar el bienestar físico y darse un momento de merecido autocuidado.
En un principio fue concebido como un club exclusivo para mujeres, pero no tardó en abrirse a un público más amplio y variado.
Entrada la década de 1980, y con una creciente clientela, se hizo evidente la necesidad de contar con un espacio más amplio. Se decidió, entonces, la construcción de un moderno establecimiento, con cuatro plantas dedicadas enteramente al bienestar personal. Fue en 1993 cuando esta idea se materializó en un nuevo edificio en calle Del Inca, donde Nova Vida se encuentra hasta el día de hoy.
Sin embargo, Nova Vida no se detuvo ahí. Existieron otros proyectos que consolidaron la trayectoria de Nova Vida al servicio de sus clientes, como su presencia en Valle Nevado durante los noventa, en Puerto Velero desde la última parte de esa década hasta entrados los dos mil, y luego en el Mall Sport.
La propuesta de constante innovación en los rubros de la estética, la salud y el bienestar, a través de un equipo multidisciplinario de profesionales reunidos en un mismo lugar, constituye el sello que ha marcado a Nova Vida durante sus más de cuarenta años de historia; y es la fuerza que motiva a su equipo, día a día, a dar el mejor servicio.
Las propiedades curativas de las aguas de la localidad belga de Spa, en conjunto con un anhelo de reinvención para nutrir cuerpo y espíritu, inspiraron a Gustavo Eguiluz Schroeder a fundar Nova Vida el año 1980. Eligió para ello un acogedor local de calle Mar de Los Sargazos, y emplazó ahí lo que sería el primer spa de Chile. Rápidamente Nova Vida se posicionó como el lugar en Santiago para cultivar el bienestar físico y darse un momento de merecido autocuidado.
En un principio fue concebido como un club exclusivo para mujeres, pero no tardó en abrirse a un público más amplio y variado.
Entrada la década de 1980, y con una creciente clientela, se hizo evidente la necesidad de contar con un espacio más amplio. Se decidió, entonces, la construcción de un moderno establecimiento, con cuatro plantas dedicadas enteramente al bienestar personal. Fue en 1993 cuando esta idea se materializó en un nuevo edificio en calle Del Inca, donde Nova Vida se encuentra hasta el día de hoy.
Sin embargo, Nova Vida no se detuvo ahí. Existieron otros proyectos que consolidaron la trayectoria de Nova Vida al servicio de sus clientes, como su presencia en Valle Nevado durante los noventa, en Puerto Velero desde la última parte de esa década hasta entrados los dos mil, y luego en el Mall Sport.
La propuesta de constante innovación en los rubros de la estética, la salud y el bienestar, a través de un equipo multidisciplinario de profesionales reunidos en un mismo lugar, constituye el sello que ha marcado a Nova Vida durante sus más de cuarenta años de historia; y es la fuerza que motiva a su equipo, día a día, a dar el mejor servicio.